Cervezas Corsendonk tiene sus raíces en una antigua abadía del siglo XIV, ubicada en Oud-Turnhout, Bélgica. Aunque la cervecería original ya no opera, su legado fue retomado en 1982 por la cervecería Corsendonk, que mantiene el espíritu monástico en sus procesos y diseño. Esta marca se ha ganado un lugar importante en el repertorio de cervezas belgas por su enfoque respetuoso con la tradición.
El nombre Corsendonk aparece con frecuencia entre las etiquetas preferidas por quienes buscan autenticidad sin artificios. Su línea de productos se elabora bajo estándares que reflejan décadas de constancia. Si estás en busca de cervezas belgas con historia y producción coherente, esta es una excelente opción para sumar a tu próxima selección.